¡Qué bonita es la Navidad!
En estos días las personas se vuelven humildes y generosas y a todos nos vienen los buenos propósitos. En estas fechas a todos se nos abre el corazón. Vamos por la calle regalando felicitaciones a todo el mundo, sonrisas y buenos deseos. Felicitamos al vecino de arriba que alguna vez nos cerró la puerta del portal en las narices y que luego se la devolvimos cuando más cargado venia de bolsas. Felicitamos al jefe que todo el día nos está puteando y que cuando se da la vuelta le ponemos el dedito. Felicitamos al coleguita de turno que no hay quien lo aguante.
Felicitamos y felicitamos.
Hasta a las piedras las felicitamos.
Durante el resto del año hemos sido capaces de maldecir al de al lado, de negar lo que sea, de criticar… pero ahora estamos en Navidad… y hay que ser buenos.
Por ejemplo, ayer me dieron el alta en el hospital y tuve una visita inesperada. Alguien que durante el año no me ha dirigido la palabra en el hospital (y mas que no puedo comentar de momento),vino y me ofreció caramelos y me felicitó.¿? Mucha gente sabe a quién me refiero.
Esto está dedicado a todos esos personajes, que se dedican a llevar una máscara alegre cuando detrás hay una jeta increíble. Personas como políticos, alcaldes, gerentes… todos los que se creen por encima de la media y tienen que mantener una buena reputación para mantener su posición.
En fin, que bonita es la Navidad.
Si no fuese por ellos.
miércoles, 24 de diciembre de 2008
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