Dice muchas verdades y es gracioso, así que, me he dicho, “voy a ponerlo”. Si es verdad que al leerlo no da tanta gracia como escucharlo, ya que el modo de hablar y la gesticulación hace mucho, además, leer monólogos es difícil, por lo menos al principio (lo sabré yo, que he leído monólogos a puñados y se lo difícil que se hace al principio imaginarte a Buenafuente diciéndolo con su estilo).
Este texto no es un “corta y pega”. Lo he escrito oyendo y copiando, oyendo y copiando… Un curro que ni os lo imagináis. Bueno, que espero que os guste.
¡Buenas noches!
Bienvenidos. Se han enterado de que Obama quiere copiar nuestro sistema sanitario… Si. Perdonen que entre con una pregunta pero no estamos ya para el trabajo, que con la hora que es, (al publico) no, no mires. No mires que te vas a asustar.
Se ve que cuando le dijeron la edad de Fraga, Obama pensó que la sanidad española tenía que ser la hostia. En Estados Unidos, la sanidad se paga muy cara. Te rompes un brazo, y para que te pongan un cabestrillo, tienes que pedir una hipoteca. Si, si, de hecho para ahorrarse la anestesia, la gente cuenta ovejitas todo el rato. Si, viene de allí, viene de allí.
Tu vas al Brons y se te acercan los camellos, pero te dicen ya: (poniendo voz de sigilo) ¿Quieres tiritas?¿Quieres tiritas, pavo, quieres tiritas? (rapeando) Tiritas bien cortaditas. Y tú dices, ¡bueno vale, vale!
Lo primero que hará Obama será copiar el sistema de digitalización del expediente médico, ¡Que aquí estamos muy avanzados!(Con retintín irónico)¡Esto es España!¡Esta todo informatizado! De hecho, el otro día, entré a mi Facebook y ponía:” La gripe te a añadido como amiga”, y yo hostia, que informatizado. Si si. Y salían fotos de la Gripe ahí, con sus colegas. Ponía, (poniendo los brazos como si los apoyara en los hombros de unos amigos) “Yo con el Lupus en Benidorm ¿Quieres ser mi amigo?” y yo “¡Nooooo!”.
Sobre todo, lo que quieren implantar allí los americanos son los centros de atención primaria. ¡Claro, como aquí funcionan de maravilla…! Aquí. (el público se ríe) Si, qué qué, no entiendo las risas. Aquí listas de espera, no hay. Que va, sin ir as lejos, yo mañana tengo una cita con el médico de cabecera, con un poco de suerte, me va a cortar el cordón umbilical, pero me ha dicho “a ver como tengo el día” y ya le he dicho “ No, tu tranquilo, tu tranquilo, que voy dejando un reguero…” me dice “¿Te molesta? ¿ Puedes hacer vida normal?” Le digo “hombre sí, tengo que ir al loro en el metro, que no me lo pille la puerta…” y dice “Bueno, si vamos con tonterías” digo “bueno, en fin”.
Porque claro, reconozcámoslo, la seguridad social, rápida, lo que se dice rápida no seria. No es como la virginidad, tú esperas mucho tiempo, de repente ves una cola enorme y al final la visita dura poco más de un minuto. Este es el paralelismo ¿¡He!? Bien. Lo van pensando luego en casa.
Hay médicos, que todavía estas abriendo la puerta, y ya te diagnostican. Es que ni te miran. “Embarazada” me dijo uno (pone cara como de sorpresa y incredulidad) ¡Ni me miró! “Embarazada”. Digo “perdone, pero es que soy un tío” “Pues haber usado condón, ¡Venga!”. Me fui así (se pone una mano en los lumbares y con la otra se acaricia la tripa como una embarazada). Oye, que me mareé (hace como que se marea), “¿Qué le pasa?”, “Que estoy embarazada, que me lo ha dicho el médico”. Bueno.
No sé porque tienen tanta prisa los médicos del seguro, porque si te tiras seis años para sacarte la carrera y ahora no puedes estar diez minutos conmigo, ¿Eso qué es? Las listas de espera han generado muchas cosas, por ejemplo, otro concepto que quizás es el más terrorífico, de la Seguridad Social (suena música de terror y suspense): La sala de espera.
(Con amargura) Como son, que decoración, que escala de grises, que poca vida, que poca alegría, que poster de “No fumar”. Sí, estoy yo como para fumar aquí. Dan ganas de morir para volver a nacer y poder ir más veces.
Es un drama, es un drama, es un sitio ya áspero, frio, ese plástico, eee… todo, todo, nada acompaña, es un sitio donde todo el mundo está mal. Claro, porque si no, para que estas ahí. Ya no vale la pena ni ser educado, porque tu abres la puerta y dices “buenos días” y te responden (con voz de mala hostia) “¿Buenos días de qué? ¡Buenos días pa’ ti!” digo “Bueno, bueno, perdón”.
Luego están las recepcionistas que te dan hora. Son gente que sufre mucho, eso es verdad, y claro, el carácter es que ya les ha desaparecido. Ya no tienen carácter. No, dices “son maleducadas”. No, no son nada. De hecho, los centros de atención primaria, se llaman así por ellas: primarias ¿No?... (Dirigiéndose al equipo) Mirarme a ver si tengo el seguro privado bien. Vale, porque no puedo ir al seguro más ya.
No, porque tu vas y dices “Hola, tenia hora con el doctor Farreras, pero me he dejado el volante” y te responden (cortante y con mala hostia, como si tuviese un mal día) “Pues coja el autobús”. Sabes, el doctor House, pues ese al lado, es una monjita de la caridad; está inspirada la historia en una recepcionista española.
Lo que me fastidia mucho son los abuelos. Porque siempre en los centros, hay abuelos. Muchos viven allí. Nacieron ya abuelos. Se saben ya el numero de todos los que están esperando; tu estas allí y te dicen “Usted es el 17, y va detrás de aquel de ahí que es el 15, porque el 16 no vendrá, que se ha peleado con su mujer que lo conozco yo”. Están al día, lo saben todo.
Bueno, en todo caso, quiero decir a Obama, que seguro que nos está viendo como siempre desde la Casa Blanca, que se coge La Sexta, que gracias por fijarse en nuestra Seguridad Social, pero sobre todo, recuerde señor Obama, que: (Como las advertencias que salen al final de el anuncio de un medicamento)
-Este monologo no es un medicamento.
-Ría atentamente todos los chistes.
-En caso de no entenderlo, consúltelo con Wyoming.
¡Bien venido!
¡¡¡La hostia!!!, lo que ha costado escribirlo. Lo he ido copiando de un monólogo colgado en la página de la Sexta (no he podido poner el video, ya que no está en youtube). He tenido que ir frase por frase, dándole para atrás cada vez que acababa (que encima eso, los videos de internet, cada vez que le das a pausa, te hace perder el hilo y tienes que dar para atrás, y se te va dos pueblos, así que he estado repitiendo frases hasta aprendérmelas de memoria). Bueno, pues no me enrollo más, que he perdido dos centímetros de dedo de tanto escribir. Que lo disfrutéis, y criticar lo que dice, que puede dar de que hablar.
