Hoy algunos de vosotros ya estáis de vuelta de vuestras vacaciones de Semana Santa. Espero que os lo hayáis pasado genial. Otros nos hemos quedado aquí a cuidar el pueblo. Como dice Lulú. Para todos han sido días distintos. Me he parado a pensar lo diferente que hemos pasado unos y otros estos días.
Algunos en Granada, no sé si viendo procesiones (que lo dudo) o tumbados en la hamaca sin dar un palo al blog. (Ya sé que te lo has currado yendo a los cibers). ¡Eres un fenómeno tío!
Nace Mikel y otra familia al completo se llena de sentimientos que serán inolvidables. Seguro que hasta Luna su operación le ha pasado desapercibida con tanta emoción. (Espero que te vayas encontrando mejor).
Otros todavía hoy estarán con la resaca de la celebración de su aniversario de boda ¿Habrá crónica?
Hay de quien no se sabe nada, y eso es porque al final seguro que la han sorprendido con algo más después de estar en Venecia.
El alcalde pedáneo creo que ha ido a New York y que las cabras le han originado algún problemilla. Ya nos contará.
Las vecinas del bloque han marchado de convivencia, para aclarar el tema de las pinzas.
La de las películas de detectives, no solo ha conseguido hablar con su “amorcito” sino que además ha conseguido ver fotos del benjamín recién llegado. ¡Autentica!
Y más historias que se me escaparán.
Pero quiero centrarme en mis últimas vacaciones que merecieron la pena. Fueron hace dos años ahora. Futuroscope. Tengo muy buenos recuerdos de este viaje. Lo pasé genial. Primero porque lo hicimos con unos amigos a los que quiero mucho y segundo porque me divertí como un enano. Vimos algunas pantallas increíbles y espectáculos sorprendentes. Pero lo principal fue la compañía. Aitor, Claudia y Manu.
Hoy he vuelto a ver las fotos de este viaje y he recordado cada momento que pasamos. No los voy a contar aquí porque tendría que hacer treinta entradas y resumiendo. Pero hubo momentos geniales que quedan para nosotros y que algún día volveremos a ver y a reírnos.
Me he acordado de este viaje porque a partir de él a todos nos ha cambiado un poco la vida. Después del viaje fue cuando me descubrieron la recaída. Operaciones. Operaciones para Claudia. Operaciones para Manu. Mi madre que se solidariza conmigo. Mi padre que vive en un agobio permanente. Y Aitor que… tampoco pasa por sus mejores momentos.
Hoy hemos hablado de ti y estoy un poco preocupado.
Aitor, se que te debo una entrada, pero a veces no sé como contarte lo que te quiero decir. Pero lo haré, mejor o peor, pero lo haré. Exactamente igual que tenemos que ir a volar la cometa que quedó pendiente. Esperaremos al día adecuado, a que haya viento y a que surjan las palabras.
