miércoles, 28 de enero de 2009

A MI ABUELO BENITO


Hola mis queridos Blogueros.

Hoy estoy muy triste porque se ha muerto mi queridísimo abuelo. Mi abuelo era una gran persona. Siempre estaba alegre y contento, siempre bromeando y jugando con sus nietos, que era lo que más quería. Mi abuelo era posiblemente una de las mejores personas que conozco. Me habría gustado que hubiese estado más tiempo conmigo, pero no pudo ser.

Hoy en el tanatorio, me he encontrado con tíos y primos de los que apenas me acuerdo, para entre todos decirle adiós. Algunos estaban aparentemente tranquilos, otros muy afectados, algunos tristes pero aceptando su muerte... No se me olvidará nunca este día. Mi prima con una expresión de tristeza y dolor, mi abuela totalmente destrozada, mis tíos entristecidos por la pérdida… Y yo, con un último deseo, ver por última vez a mi abuelo, decirle todo lo que siento y darle un beso. Y así lo he hecho, he entrado, le he dejado una rosa, le he dejado una carta que le había escrito y le he dado un par de besos.

Esta es la carta que le he dejado:


Para nuestro querido Abuelo:

Abuelo, te escribo, porque no sé cómo hacer que estas palabras lleguen a ti. Tú has sido desde siempre una de las figuras más importantes para mí. No he conocido a nadie que se preocupara tanto por los que quería como tú. Siempre estabas ahí, llamándonos para saber que tal estábamos. Siempre estabas bromeando, dándonos tu cariño que no es poco y un amor que no era normal.

Pero ahora te vas, y yo no me he podido despedir de ti. Supongo que no hacía falta, ya que tu sabias perfectamente que tanto Andrea como yo te queríamos con locura. Me acuerdo cuando jugabas con nosotros y nos decías “¿A que soy un pesado? Anda, di que soy un pesado” y yo te decía que no, y no lo eras, todo eso era amor.


Ahora, que ya no estás, me arrepiento de no haberte hecho tanto caso como debería. Mis padres me aseguran que eso a ti no te importaba, que tú te alegrabas solo con estar cerca nuestro, y estoy seguro de que es verdad, pero aun así querría haberte hecho mas caso y haber dejado más la maquina o la tele.


Te echo de menos. Me cuesta mucho pensar que nunca más volveré a verte, que nunca más estarás ahí a mi lado. Supongo, que como dicen mis padres, pronto lo superare y encontrare la forma de contactar contigo. Pero aun así, me duele mucho tu ausencia, y me parece imposible que nunca más te veré esperándome en la puerta de tu casa para darnos a Andrea y a mí la bienvenida.


Y ahora ¿Quién me ira a buscar a los sitios? ¿Quién me hará caricias y cosquillas como lo hacías tú? ¿Quién nos dará la paga a escondidas a Andrea y a mí? ¿Quién nos dará tanto amor como nos diste tu?... Nadie, porque nadie en este mundo, podría ser como tú. Porque tú eras único. Nadie podría llenar el hueco que tú dejaste, y nadie debería hacerlo. Porque todos queremos mantenerte en nuestro recuerdo tal y como eras, sin nadie que te sustituya.




Todas las lágrimas que he derramado, son amargas, pues son las lágrimas de una gran pérdida. Pero que no te disguste, ya sé que sufrías mucho al vernos tristes, pero estas lagrimas, son necesarias, porque tú te mereces esto y mucho mas. No mereces caer en el olvido. Y yo me asegurare de que tu nombre quede grabado en algún sitio para que sea recordado. No importa que te recuerde todo el mundo o solo unas pocas personas. Lo importante, es que tu memoria siga sobreviviendo al tiempo. Tu nombre quedara grabado en un árbol, en las dedicatorias de un libro o en las memorias de los que te quieren.


Todavía no me acostumbro a tu perdida. Todavía espero que al abrir una puerta o al girar una esquina te encontrare ahí esperándome, con los brazos abiertos. Pero eso ya no va a poder ser. Aun así, cuando alce la vista al cielo y contemple las estrellas, te podre ver, sonriéndome, con ese amor y cariño que te caracterizaba. Sonriéndome como siempre hacías, y con el corazón, podre escucharte y nos reiremos juntos como en tiempos pasados.


Ahora que te vas. Por fin descansas en Paz. Si, te has ido físicamente, pero seguirás vivo en nuestros corazones, y no te olvidaremos nunca. Ahora te reúnes con tus padres y tus abuelos perdidos, como todos haremos en algún momento. Si desde el sitio donde estas, puedes vernos u oírnos, escucha esto: Te quiero.


Por último, quiero que sepas, que tus hijos, tus nietos, tu mujer… Todos te queríamos, te adorábamos, y te admirábamos. Y yo, bueno, estoy seguro de que en realidad todos los que te queríamos, nos gustaría ser como tú. Y no lo digo por decir, porque te aseguro que yo (y seguro que también mis padres, mis tíos y mi prima), de mayor querríamos ser como tú.


Un beso a mi querido abuelo y a una grandísima persona. Y recuerda que te queremos y que no te olvidamos.


Espero verte pronto en las estrellas.


Adiós

Alejandro y Andrea
Sanchez





Esto es solo lo que me ha dado tiempo a escribir, pero me habría gustado contarle muchas más cosas. Todavía no me hago a la idea de que no volveré a verlo, cada vez que pienso que ha desaparecido del mundo, no me lo creo. Aunque lo he visto tumbado en el féretro, todavía no lo creo. Todavía me pego pellizcos de vez en cuando para ver si despierto de esta dura pesadilla. Pero no despierto, aun así, ya lo estoy aceptando. Le he llorado mucho, y posiblemente le llorare mucho mas, y, aunque sé que mi abuelo no querría verme llorar, que sufría mucho viéndome triste, pero no lo puedo evitar… lo quería tanto.


Bueno, al final cumplí mi último deseo con él, y entré junto a su lado, en un habitáculo frio donde solo estaba él y una corona de flores. Y ahora me alegro de haberlo hecho, me siento orgulloso de eso. Me siento orgulloso de haber podido despedirme de él, de haberle dicho adiós y haberle dado un beso. Al final, cuando nos hemos tenido que ir, he ido por última vez a verle, y le he dicho lo que quería decirle, y me he despedido de parte de mi abuela y de mi prima.


Hoy, me he hecho una promesa: ser de mayor como mi abuelo. Darles a mis hijos y a mis nietos el amor que el dio a los suyos. Su memoria no se perderá, ya que él seguirá vio en mí, y mientras yo siga vivo, seré un reflejo de mi abuelo. Y estoy seguro, de que mi padre será igual que él, al igual que lo fue su abuelo (mi bisabuelo) y como espero que lo sea mi hijo. Puede que nuestros nombres desaparezcan, pero no desaparecerá nuestra alma y nuestro espíritu lleno de cariño y amor.


Adiós abuelo, recuerda que yo siempre estaré a tu lado, y que tu imagen seguirá viva en nosotros. Me asegurare de que no desaparezcas, y de que en el futuro, se siga disfrutando de ti.


Un beso. ¡Va por tí!