jueves, 13 de agosto de 2009

TRANSFUSION DE SANGRE



¿La sangre tiene sexo? Lo tengo que preguntar la próxima vez que tengan que hacerme una transfusión. Hoy me han tenido más de cuatro horas enchufado a una bolsa (en realidad han sido tres) de sangre. No sé si a alguien le interesará como se hace una transfusión, pero como es lo que me ha pasado hoy y tengo que contar algo, pues ahí va.

No sé muy bien que niveles son los que te fallan en una analítica para que te tengan que meter sangre, tampoco me importan, porque la verdad es que te das cuenta enseguida de que algo no va bien. Yo ya sabía la semana pasada que me iban a tener que meter sangre antes de que me hicieran la analítica. Te encuentras cansado, sin ganas, pero es un cansancio distinto, no sé como explicarlo, pero como esta situación ya la he vivido más veces ya la intuyo cuando llega. Cuando vas al hospital siempre hay alguna enfermera que te dice: -“Uy Alejandro que blanquito estás, vas a necesitar sangre”. Joder, si llevo cuatro años escondiéndome del sol, cómo queréis que esté. Pero a veces han acertado, con lo cual he deducido que por el color de la piel (aunque yo creo que se fijan en algo más) también se nota cuando te hace falta.

Al grano. Hoy han venido dos enfermeras a casa, me han levantado a una hora que ya se me había olvidado lo que era levantarse tan pronto, me he sentado en el sofá, han preparado todo sobre la mesa y me dice una – un pinchacito en el dedo Alejandro. ¿Otro? ¡Joder, que raro! Pero si ya me dejaste ayer una vía colocada para meter la sangre. -Ya, pero es para hacer… - ¿qué más da? Pincha, pincha. Sacan una gotita de sangre del dedo, la echan sobre un cristalito (no sé cómo se llama), la mezclan con algo y dicen: -A positivo. Vale. Y seguido cuelgan la bolsa de sangre en una percha de casa y esta la cuelgan de un cuadro que hay detrás mío (si, si. Es una pena no haber sacado una foto). La sangre tiene que estar en alto para que caiga por gravedad. Me enchufan y ya está, gotita a gotita hasta que se vacían las bolsas. Me he visto dos películas y luego un buen rato de lectura. Entre tanto, la enfermera se queda conmigo (leyendo) y de vez en cuando me toma la temperatura, la tensión y me pregunta -¿qué tal estás? –Bien. Y te dan ganas de decirle, me duele aquí, y aquí, y aquí y allí, y además tengo un sueño de la hostia (menos mal que luego me he echado una buena siesta).

Pero hoy, entre gota y gota y películas, me ha surgido una duda. ¿De quien coño será la sangre que me están metiendo? Porque digo yo que será lo mismo de quien sea, valdrá igual para hacer la función que tiene que hacer, pero las dudas me quedan ahí. A mi no me digáis que va a ser igual que te metan la sangre de Pilar Rubio (por ejemplo) a que te metan sangre de Aznar (por ejemplo, también). La función será la misma pero la diferencia se tiene que notar dentro. ¡Donde va a parar! Si fuera se nota, pues dentro también. De todas las formas he estado buscando en la Wikipedia el grupo sanguíneo de estos dos, por si acaso, pero no los he encontrado. Solo por hacerme ilusiones con la primera y por quitarme preocupaciones con el segundo. ¡Qué no es lo mismo! ¡Qué no, qué no!
Y por ir más lejos, si te meten sangre de tu profesora, por ejemplo de Lengua, ¿qué pasa, que vas a saber más gramática? Y si te meten sangre de la chica que te gusta ¿vas a estar más coladito? Y si te meten sangre de enfermera ¿vas a estar con ganas de pinchar todo el día? Y si te meten sangre de gerente ¿Qué?

A mi hoy lo de la trasfusión me ha creado muchas dudas. Que como mañana me salga un bigote rancio… menudo mosqueo.

De todas formas, como dice Lola, y como hace Enry, gracias a todos los donantes. Sean de lo que sean.