viernes, 6 de febrero de 2009

PROFESORA Y AMIGA.

Hoy quiero hablar de una profesora que me ha apoyado mucho desde que empecé con mi enfermedad y el hospital. No estoy hablando de Ana (que también ha sido un gran apoyo para mí en las clases). No, hoy estoy hablando de mi Pilutxi.

Ella empezó a darme clases de Prensa hace cuatro años, cuando yo empecé en el Insti y fue al poco tiempo cuando caí enfermo. Aún así siguió dándome clase de vez en cuando. Venía a casa cada vez que podía a traerme cosas, apuntes o parte de los trabajos que se hacían en clase, para que no perdiera ritmo. Todo esto lo hacía porque ella quería. No eran clases particulares. No era obligación. Simplemente era compromiso propio, supongo. Gracias.

Esto hizo que entre nosotros creciera una amistad, y al año siguiente (que empezó también a darme Lengua a parte de la clase opcional), no solo me ayudaba en las clases que le pertenecían a ella, sino que además, se quedaba una hora, en la que ella estaba libre y yo tenía gimnasia (así que también estaba libre), para hablar conmigo en Euskera, ya que es la asignatura que peor se me da. O cuando tenía un Examen y tenía que estudiar, ella había veces que me ayudaba. Recuerdo de una vez que me llevo hasta la zona de Tecnología (no recuerdo si era de Bachillerato o de modelo profesional) para explicarme cómo funcionaban las medidas como, por ejemplo, los amperios.

Para hacer más agradables estos ratos decidió que podíamos hacer algo juntos y como sabia que me gustaba dibujar me propuso hacer un cuadro juntos. Así practicábamos Euskera y pintura. Fueron momentos bonitos y en ocasiones divertidos.

También ha habido veces en los que ella iba a el hospital a visitarme y a contarme que tal andaban mis compañeros (me decía como andaban ellos en las clases, si andaban agobiados, tranquilos … y creo que hasta algún cotilleo). La verdad es que sus visitas siempre fueron bien recibidas, y aunque yo no me encontrara del todo bien me hacía mucha ilusión.

Bueno, que ella no ha sido solo una profesora, sino también una amiga y una compañera. Alguien a quien le debo mucho. Sobre todo el escribir una carta que tenga tres palabras seguidas sin faltas de ortografía, ya que siempre que le escribía, le metía una faltas de aúpa (algunas a propósito y otras menos a propósito. Jeje).

¿Cómo no se va a querer a una persona así?

Sé que de vez en cuando (supongo) entras en el blog. Me gustaría tanto leerte de vez en cuando… aunque quizás ya lo esté haciendo, con tanto camuflado que hay por aquí. ¿Quién sabe?

Por cierto sabes que todavía tengo tu “Corazón de tinta”. Te lo debo.




Esta canción va para ella. Para Manu, por el momento que hoy le toca vivir. Para LULU, por lo que ella y yo (ahora) sabemos. Y para todos, todos, todos y todas, todas, todas que me entreteneis y que sé que estais ahí.

Para Manu.
Manu, no te quejes, que a ti en el quirófano te ponen el culo en pompa y te destrozan la dignidad, pero a mí, me pusieron en pelotas boca arriba y al anestesiarme me tuvieron que volver a despertar para preguntarme cual de las tres piernas era la que había que operar, que no se aclaraban, jeje. Que a ti te dejan la dignidad por los suelos, bueno mi postura no era mucho más digna, y yo casi me despierto con una sonda en el dedo gordo del pie y una chapa de titanio en la zona equivocada…
Ya volvemos a empezar otra vez con el tema de los Caspers y los fantasmas.

Para LULU: sin palabras. Guapa, más que guapa.