Por fin me mandan a casa. Sábado, domingo, lunes martes y miércoles, cinco días para no repetir .Aunque hoy la visita de Moncayo ha llenado de frescura y vitalidad la habitación. Un tío majísimo Moncayo. Lo he conocido hoy. Me ha contado un montón de vivencias y de historias.
Especial hilaridad a provocado la anécdota del día que tuvo el atasco intestinal con la pierna escayolada, y después de buscar un baño adecuado en el hospital , su cuñado Jose sujetándole la pierna con una mano y con la otra tapándose la nariz mientras permanecía de rodillas.(El día que mi tío me explique lo que significa hilaridad terminaré la frase. Tú qué opinas Lulú, je,je,j.) Esta anécdota ya la ha contado Moncayo en el blog días atrás. El que quiera saber el final que busque…
En el último comentario que metí puse la canción de la “caca dura” y estos días he pagado las consecuencias: cinco días de diarrea. Con esto acabamos ya de hablar este tema.
Moncayo, hoy me has pillado dormido y regular de ganas, pero ya tendremos más días. “Los cuentos de la alhambra” dedicados por Moncayo, mi último regalo con quince años. Seguro que me va a gustar.
Quiero mostrar desde aquí mi agradecimiento al personal sanitario que me ha tratado genial en estos días, (como siempre) aunque yo no haya estado al cien por cien, pues la verdad es que he tenido pocas ganas por los dolores y molestias.
Gracias a Alex, mi médico, tocayo, por dejarme ir a casa a celebrar mi cumple. Es un tio majo. Entra el otro día en la habitación, yo me encuentro en la cama comiéndome un yogurt (que no me apetecía), y me pregunta: - ¿qué tal estás? - ¡Bueeeno! Me gusta con más azúcar. Le arranqué una sonrisa.
Bueno que nos piramos del hospital. Tengo ganas de leeros en casa que aquí el WIFI no me lo permite (ya os contaré).
Mi última foto con quince años.Y POR FIN LLEGARON LOS 16
Alejandro llegó tranquilo, sin prisas, no tenía demasiadas ganas de descubrir el mundo que le ofrecíamos. Pesó 3.700 kg era un bebe bonito, claro que para su familia no podía ser de otra manera. Alejandro siempre ha tenido un carácter risueño, afable y conformista.
El nunca respondió al prototipo de niño que de él esperaban, a él no le gusta el deporte, pero ninguno, ninguno y cuando el deporte supone competición ya no lo entiende.
Os voy a contar una situación Alejandro tendría unos 5 años y en esa época yo me empeñaba en que hiciera deporte, le apunte con su consentimiento a karate, y en la segunda clase el no entendía que tuviera que enfrentarse a un compañero y darle patadas. Así que me dijo “ ama a mi desapúntame de esto ,los niños se dan patadas y yo no quiero dar patadas si no me han hecho nada”. Ahí no acabo nuestra aventura con otros deportes pero los resultados fueron similares.
A cambio descubrió que los libros le proporcionaban las mejores horas, leía en el autobús que le llevaba a clase, lo hacía en el recreo, después de comer , la vuelta a casa en el transporte. Podía ser que se olvidara la mochila pero el libro siempre era su acompañante. En aquella época compartía aficiones con su amigo inseparable Unai. Todo el tiempo del que disponía lo ha dedicado a la lectura. Bueno también a la play.
Su carácter no ha cambiado demasiado con los años, sigue siendo una persona tranquila, nada merece la pena alterar los nervios. Ha desarrollado un humor jocoso que lo disimula muy bien bajo esa coraza de vergonzoso. Yo como su madre, creo que ha crecido mucho como persona a cuenta de sacrificar otras, pero la mayoría de las veces nadie nos pregunta cómo queremos que sea nuestra vida.
Alejandro nos ha enseñado muchas cosas, entre otras a mirar la vida de forma muy diferente, a mi me ha dado una lección de coraje y a veces pienso que haya tenido que ser mi hijo el que me enseñe esto, parece que debería ser al revés.
Yo siempre me sentiré como la madre del artista, disfruto con su música, con sus dibujos, con su pintura, con sus chistes y bromas y cualquier cosa que quiera ofrecernos.
No puedes imaginarte lo afortunada que me siento de ser tu madre.
TE QUIERO. FELIZ CUMPLEAÑOS ALEJANDRO.
