viernes, 12 de diciembre de 2008

DICHOSO HAMBRE...



A partir de hoy, voy a empezar a meter mis dibujos (a petición de algunos de mis lectores). A veces en cambio meteré fotos . Tanto los dibujos como las fotos, tendran relación o no con las cosas que escriba. Hoy no tiene nada que ver.

Este dibujo es de una actric llamada Rachel Leigh Cook, no es muy conocida asi que es posible que no os suene... De momento.

Hoy quería hablaros de la necesidad de comer cuando no se tienen ganas. Esto es algo muy común, ya que la Quimio, puede producir falta de apetito o nauseas (entre otras cosas como la descomposición o el estreñimiento, por ejemplo). Si embargo, aunque uno no quiera, si que debe comer y esto es algo muy duro.


Yo ahora mismo estoy así. Es una lucha constante. Mis padres me dicen que pida lo que yo quiera, fijaros en que puedo comer CASI CUALQUIER COSA. Pocas veces se tienen oportunidades como estas… Pero debido al estado de mis tripas, lo rechazo.


La cosa resulta irónica, debido a que algunos tenemos la oportunidad de comer lo que queramos y sin embargo no nos apetece. Hay otros sin embargo que no tienen que llevarse nada a la boca, a pesar de que lo deseen con todas sus ganas. No creo que esto sea culpa de los que no tenemos hambre y no podemos comer, sino de esas ¿personas? que se esfuerzan diariamente a explotar y conseguir que los países subdesarrollados no puedan avanzar.


Bueno, pues eso, que con la Quimio se pierde todo el hambre y dejas de comer. El resultado: Terminas tomando batidos médicos (equivalentes a una comida entera) o te ponen una sonda para alimentarte. Ya he visto esto muchas veces. Recuerdo una vez que esperando a la consulta, me encontré con dos padres que daban el biberón a su bebe (una criatura diminuta, que posiblemente tuviese cerca del año) a través de una sonda conectada a su nariz con una jeringa. Encima el pobre termino devolviendo, ya sé que los bebes son mas dados a devolver que los adultos, pero aún así podéis ver que esto acepta tanto a adultos como a menores.


No somos nadie.

UNA MAÑANA DE HOSPITAL

Hoy voy a hablaros de las horas que paso en el hospital de Cruces.

Habitualmente voy una vez por semana. La mañana comienza con una analítica, luego toca desayunar, en esto del desayuno he utilizado todas las maneras posibles. Durante muchísimo tiempo desayunaba en el bar más cercano del hospital, después comencé a recorrer los bares de los alrededores, más tarde desayunaba en el bar del hospital y últimamente lo hago en casa o en los pasillos del hospital.

La segunda parte de la mañana es esperar que te llamen para pasar consulta. La espera se lleva a cabo en una “sala de espera” que lo que en realidad es, un pasillo que une la zona de las habitaciones con la zona ambulatoria. Así que tenemos que distribuirnos por el pasillo, los acompañantes y enfermos. Recordare que estos últimos somos enfermos oncológicos, que estamos en tratamiento y somos susceptibles de pillar cualquier cosa que ande por el ambiente y desde luego estaréis conmigo que un hospital es el mayor caldo de cultivo.

Los pequeños juegan en los pasillos con motos, coches, espadas… y mientras los médicos, enfermeras, auxiliares, celadores, enfermos, camillas, cunas, carros de comida,.. van de un sitio a otro. Compartimos espacio con otros niños que van a consulta de otorrinolaringología, oftalmología y creo que nutrición además de los que están en hospital de día por lo que los pasillos suelen estar muy concurridos

La consulta del otorrino infantil está junto al hospital de día y ayer sin ir más lejos el médico tenía que hacer una audiometría, como la consulta carece de una cabina para realizar la prueba, se nos pidió a todos los que estábamos allí, que durante unos minutos nos mantuviéramos tranquilos y sin hablar en voz alta. Imaginar lo que es esa situación, yo diría que esperpéntica.

Es una pena que justo debajo de donde estamos haya una hermosa ciber@ul@ a la que no se puede acceder porque por las mañanas está cerrada. Pero de esta ya hablare otro día porque se merece capítulo aparte.

Seguimos en los pasillos así hasta que nos toca entrar en consulta. Luego si tienes que recibir tratamiento esto pude alargarse bastante. Hay días que se llevan mejor que otros, pero por lo general la mañana se hace larga, pesada y aburrida. Esto en condiciones normales, ¿podéis imaginaros el día que nos encontramos mal? Es como una tortura china .