martes, 3 de marzo de 2009

LA BONDAD

Hola a todos.

Pues hoy no tenía nada preparado para meter, aunque si algunas ideas. Y la verdad es que hoy también es un poco tarde. He estado en el hospital por partida doble. Por la mañana he ido para que pusieran un contraste y luego para hablar con mi siquiatra y decirle que su último experimento no funciona muy bien. Ya sabéis el problemilla que tengo con el sueño, pues ahora no me duermo a las dos de la mañana, el sábado me dieron las cinco (si alguno está pensando en el chiste, que se lo ahorre) y ya estaba hasta los mismísimos de leer, de escuchar música, de una vuelta para un lado, de otra para el otro… Y eso. Que la doctora yo creo que me mira como un bicho raro. Pues yo no creo que toda la culpa sea mía, si no me duermo, pues no me duermo.

Por la tarde hemos vuelto otra vez para hacer una gammagrafía, (creo que se escribe así). Esta prueba es para controlar todos los huesos del cuerpo. Algunos ya sabréis en que consiste pero para los que no sabéis os comento que no es una radiografía que se hace en un segundo. No, no, que va. Esta prueba es un coñazo. Tienes que estar quieto de treinta a cuarenta minutos. Sin moverte. De vez en cuando se oye a la enfermera: “No te muevas por favor”, “Alejandro, no te muevas”.- Vale, vale joder, si no me muevo. Y mientras piensas: “Aquí te querría ver yo a ti, a ver si tú te movías”.

Bueno, ya se acabó, pero digo yo, coño, por qué no me la hacen a las nueve de la mañana, que a nada que me dejen una almohada, es que ni se iban a enterar de que estaba allí. Ni yo tampoco de que están ellas.

Pero… por qué os cuento yo esto, si no era lo que iba a contar. Yo os iba a hablar sobre la bondad y ser buenos. Y os cuento por qué. Hace un rato, cuando estaba yo madurando lo que iba a escribir, mientras jugaba un ratito a la pley, ha llamado mi tío Paco. Si, si, él. Que da lo mismo que esté aquí, que en Madrid, que en la China capuchina, en cuanto te descuidas y más a gustito estás suena el teléfono y zas, el tío Paco. Y mira tú qué suerte que hoy se acababa de sentar mi padre al teléfono y ha cogido él el teléfono.

No tengo ni idea de han hablado, pero cuando han colgado el teléfono mi padre me ha dicho: “si no tienes tema para hoy, puedes hablar sobre “la bondad” y me deja un video.

– Vale aita, ahora mismo, era justo el tema que tenía pensado.




Pepe Rubianes, genio y figura.