CRONICA RAPIDA

Hoy me las prometía muy felices, quería hacer una entrada un poco especial, pero al final se ha quedado en nada.
Por las mañanas los efectos de los somníferos no me dejan concentrarme y por la tarde, que es cuando suelo ponerme a escribir, me ha salido plan.
No, no, no he estado con las chicas. He salido a dar una vuelta con mis amigos Ángel, Tere y Lego.

Hemos charlado un rato, del blog, de la comida, de coches, de Picasso, de museos, del euskera, del latín e incluso de griego. Si, hemos tenido una conversación en griego. De hecho me ha dicho que el día de la comida nos dará una pequeña charla en griego. ¿Has dicho eso no, Ángel?

Bueno, que he pasado un rato entretenido, que ya tenía ganas de salir a la calle. ¡Joder! A ver si cambia el tiempo y empieza a hacer bueno.

Cuando hemos llegado a casa teníamos la sorpresa preparada. Mi madre que llevaba todo el día en la cama, por los efectos de la quimio, pues nos la hemos encontrado, otra vez, de fiesta, bailando con las putas décimas. Se encontraba fatal. Bueno la verdad es que lleva algunos días encontrándose mal.

Total, que ha empezado el otro baile. El de mi padre. Que si preparo el coche, que si preparo la maleta, que si ponte el termómetro, que si nos vamos al hospital… Y mi madre que ni hablar, que ella no va a Urgencias a estas horas, ni loca. Un ibuprofeno y hay que aguantar la noche como sea en casa. ¡Joder, a mí ya me llevó más de cuatro veces y yo tampoco quería ir!

En fin, que me puesto a escribir corriendo esta pequeña crónica (también la nocturna Ángel, que a ti ayer se te olvidó y nos dejaste a dos velas), porque la casa está en estos momentos un poco acelerada. Dejaré para otro día la entrada que tenía pensado escribir hoy.

Antes de terminar quiero decirles a mis amigos Manu, Claudia y Aitor que yo también os quiero muchísimo y que espero que todo salga bien mañana. Y siempre.