martes, 24 de marzo de 2009

ENCUESTA 2ª: LA INFLUENCIA DE TU INFANCIA EN TU FUTURO

Encuesta Nª2: La influencia de tu infancia en tu futuro


Hoy toca una nueva encuesta. No sé si recordareis, pero hace dos semanas dije que empezaría a escribir una encuesta cada dos semanas. El tema de hoy es la influencia que tiene la infancia en nuestro futuro. Os repito las reglas establecidas: Cada vez que vayáis a responder a una pregunta, tenéis que poner vuestro nombre (lógicamente valen los apodos), vuestro sexo y vuestra edad. Antes de responder, poner el numero de la pregunta a la que vais a responder. La encuesta estará abierta un mes entero (de modo que si alguno quiere mirar la encuesta anterior para responder a alguna pregunta queda abierta todavía, pero responder en el día que se ha hecho), y se meterá una encuesta nueva cada dos semanas. Tambien podeis sugerirme ideas.

El otro día, me puse a pensar (me ocurre a menudo, me quedo extasiado, mirando al infinito y pensando en divagaciones mías) acerca de eso, de cómo puede influir en el futuro de una persona su infancia. Saqué cuatro ejemplos diferentes, separados por las generaciones. Estas conclusiones no se aplican a todas las personas, pero si a muchos casos. También quiero añadir, que no quiero que nadie se sienta ofendido si se sienten identificados con los perfiles descritos. Empecemos de forma cronológica (situados desde mi generación, que es la actual):

- La generación de los abuelos (hace dos generaciones): En su infancia, muchos no tuvieron estudios, y se tenían que quedar con su familia trabajando (los hombres en el campo o donde tuviesen que trabajar y las mujeres en casa), Vivian en una gran pobreza y además les escaseaba la comida. En su futuro, esta generación fue dura de carácter y muy trabajadora (y esforzándose), viven con una ignorancia respecto a las cosas que les rodean resultado de la falta de estudios, no les gusta malgastar la comida y les preocupa gastar mucho dinero (pese a estar jubilados y tener generalmente una suma considerable de dinero, ahorrado a lo largo de su vida). A la hora de educar a sus hijos, suelen ser duros e inflexibles y con poca intimidad con ellos.

- Generación de los padres (una generación anterior): En su infancia, fueron oprimidos por la forma de vida que se llevaba, la opresión de Franco y sus consecuencias, la dureza de la vida de esos días, la poca importancia de los menores frente a los mayores y en algunos casos la rigidez de sus padres. En el futuro, esta generación, pese a ser capaces de afrontar situaciones duras (dureza que heredaron de sus tiempos), quedo oprimida, por el miedo a las cosas que he expuesto unas líneas atrás. Además esta generación quiso tener una relación más abierta con sus hijos que la que tuvieron sus padres con ellos, quedaron expuestos a los hijos, y estos los mangonearon y controlaron a su antojo.

- Mi generación: Como he dicho, los padres de la generación anterior están expuestos al mangoneo de esta generación. Por eso mismo, la generación actual, es muy mangoneadora, manipuladora y consentida. Algunos lo son de una forma natural y sana y otros de una forma terrible. Hay chicos, que tienen totalmente controlados a sus padres, todo lo consiguen de ellos y si no lo consiguen, se enfadan. El respeto hacia los mayores ya no existe. El problema es cómo será su futuro. Hay que pensar que se convertirán en personas manipuladoras y violentas. Intentaran controlar a los demás para conseguir sus propios fines en vez de lograrlos por si mismos, y si no lo consiguen encolerizaran. Es una generación que no podrá estar preparada para enfrentarse al mundo, por estos motivos, ya que no serán capaces de conseguir las cosas de su propia mano y la única solución que encuentren será la rabia y la violencia.

- Futura generación: El desarrollo de esta generación es difícil de adivinarla, pero en el hipotético caso de que nuestra generación termine como ya he descrito, la futura generación podría crecer de dos formas diferentes: La primera, teniendo en cuenta que nuestra generación será tan manipuladora, crecerán tan oprimidos y mangoneados como la segunda generación o incluso más. Los padres los manipularan para que hagan lo que ellos quieren, creando una generación totalmente manipulada. La segunda opción, es que los niños, acostumbrados al mangoneo de sus padres, se revolucionen, creando una generación tan manipuladora como la anterior, pero mucho más duros, lo que podría desencadenar en violencia y tiranía.

Como dije antes, esto no se aplica a todos. No todos los abuelos son ignorantes, duros con los hijos ( mi abuelo Benito era un trozo de pan con sus hijos), hay padres que no se dejan mangonear o pueden tener hijos que no les mangoneen. Pero yo estoy hablando de los ejemplos más problemáticos.

Las preguntas son:

1- ¿Creéis que mi teoría acerca de la influencia de la infancia esta en lo cierto?
2- ¿Os sentís identificados con el perfil descrito de vuestra generación?
3- ¿Creéis que hay algo errado en mis teorías? ¿Qué y en cual?
4- ¿Se os ocurren otros futuros para la generación actual?
5- ¿Se os ocurre otros desarrollos para las futuras generaciones? (pensad que yo estoy generalizando los casos más duros y catastróficos, ya que seguro que hay familias felices)
6- ¿Qué creéis que es peor, una nueva generación de exageradamente oprimidos o una nueva generación de tiranos manipuladores y violentos?
7- ¿Qué soluciones proponéis para evitar que suceda esta situación?




Angel, tus comentarios me han trasladado a lo que yo también tuve que pasar con mi minusvalía y a lo mosqueado que estuvo mi padre con el tema por aquel entonces.

Nuestras situaciones y las de muchos, como dices, son como un partido de squash en las que las instituciones son la pared, el que da las hostias el cerebrito de turno y nosotros la puta pelotita.



Para y por mi amigo 7H


Lola, mi padre me ha explicado en que trabajas y no quiero que te sientas molesta. Tú, no. Hay médicos buenos, hay abogados buenos, hay fontaneros buenos, hay árbitros buenos, creo que habrá algún político bueno… pero estoy seguro que también hay funcionarios buenos. Un beso.