domingo, 17 de mayo de 2009

La tribu de Barbanegra!

¿Ves?... ¿Ves, Brother, lo que te decía yo?
Me dejas unos días dominando la nao y se revolucionan hasta las gaviotas:

Lulcinea se rasca lo que le pica porque dice que no entiendo el amor plátonico que sienten ella y su séquito -nótese la tilde y que no digo "sequito", que ya sólo me faltaba el Moncayo con sus garbanzos rodilleros-. Bajo ningún concepto! Qué va! En absoluto! Yo el amor lo tengo en alta estima y tan alta que siempre he navegado bajo la bandera de mi más ilustre predecesor: Edward Teach, más conocido como Barbanegra y que, por si hubiera dudas, era esta:


Y eso que me sumé al recitado con huevina -no nos quedaba azucar glas- que le dedicamos a Lulu en esta entrada... Pero en fin, dejemos a esta pareja ilustre del blog -no sé si podré reprimir mi pasión desaforada por ellos...- que continuen tranquila e íntimamente con su intercambio de cromos y viremos la vista y el rumbo...

Ayer, es decir en la entrada anterior, hubo un buen número de comentarios y, como siempre, todos bastante interesantes. Pero me han llamado la atención los de Luna y Claudia -algun otro también lo mencionó- y su indignación con el extraño programa ese de las tribus. Yo, que no tengo tele -básico que es uno, como dice otra; qué le vamos a hacer...- tengo la fortuna de filtrar casi todo lo que acontece en el mundo un poco como antaño: pregunto a los "enteraos" del barrio que me ponen al día.
A mi, la verdad, la idea me pareció curiosa y hasta interesante. Lo que refiriendose a la tele es todo un piropo que ni el Moncayo puede superar con sus "suspiros vibrantes". Interesante entre otras cosas porque uno, además de pirata, es sobretodo nómada: vamos, que me encanta viajar. Supongo que como a muchos y muchas de este y otros blogs: Nepal, India, China, Tailandia, Laos, Tibet... Bastantes de ellos los he recorrido en soledad y no deja de maravillarme lo lejos que estamos los humanos, unos de otros, y lo cerca que estamos en cuanto podemos mirarnos a los ojos, intercambiar palabras, gestos, detalles... (Hostia! si esto es lo que dice Lulu que es amor... uy! uy! uy!...).
Y aunque como me dice el cenizo de TP con su voz fuertes "no hace falta irse a Malta para ver la Giralda", no es menos cierto que los ricos del mundo o nos miramos el ombligo desde el sofa o les miramos la lepra por la tele. Conocer a los que no viven dentro de nuestros espacios USchengen, a los que no tienen permitido salir de sus reservas porque no les dan visados, a los que para conocer mundo vuelan en pateras... a tantos y tantos... todas esas personas, digo, nos regalan la riqueza de la diferencia, nos enseñan otras formas de mirar el mundo, otros ritmos de vida. Nos dan, cuando menos, la medida exacta de nuestro lugar en el mundo, que no es tan grande.

Claro que si Cuatro lo que quiere es ganar dinero... posiblemente lo que hará en el próximo reality será coger a la primera familia gilipollas que se presente a un casting para ganar pasta y fama y, pintándola de negro, ponerla en medio de la sabana, delante de una manada de leones a cantar canciones de anuncios: "yo soy aquel negrito, del africa tropical..."; mientras los demás nos partimos la caja viendo como los felinos mastican la oreja del padre, al tiempo que la madre se lamenta delante de una asamblea de civilizaciones diciendo: "esto le pasa por cristiano, la culpa es suya por bautizar a los niños, que mira que me lo dijo mi madre, que esto de bautizar ya no se lleva Genoveva, que ahora a los niños se los ingresa en las guarderias de la BBK, que rentan mucho más... Snif! snif...!!!". Y así hasta el infinito del share.

De todas formas -y ya acabo- yo sólo pongo una pega a las ONG esas -tan humanitarias ellas-: vale que Cuatro se los ha llevado, que les ha metido el alcohol, que les quita tiempo para no trabajar en la tierra... vale, vale... muy mal hecho. Pero, capullos!... ¿sois vosotros los que habeís llevado la escuela hasta esas tribus? Y seguro, pero seguro seguro, que los libros de texto les explican mucho mejor el mundo. ¿O no?
¿Vosotros/as qué creéis?