jueves, 2 de abril de 2009

LOS PRECIOS POR LOS SUELOS


Hoy os dejo un texto de mi tío Paco. ¡ Si no revienta!
Hoy que tenia hecho un texto precioso sobre el "2 de abril"... Bueno lo dejaré para el año que viene, ¡qué se le va a hacer!


¿Quién decía que los precios no bajaban?

Pues ha ocurrido .Lo que parecía imposible ha sucedido. Lo que no conocieron ni nuestras madres ni nuestras abuelas se ha producido. En el mes de marzo la cesta de la compra ha sido más barata que en febrero. Al menos eso dicen los expertos. Según ellos la baja ha sido del 0,1 %.Es decir que desde hace, al menos cuarenta y seis años (tiempo con registros estadísticos) no se había producido nunca un IPC negativo. Más aún, los expertos pronostican que esta situación podría mantenerse varios meses más. Tal vez hasta el verano. Eso quiere decir que como de momento no parece que nos vayan a bajar los sueldos ( que todo se andará), pues este mes somos un 0,1 % más ricos. Ya sé que no es gran cosa, pero por algo se empieza.

Dicen los economistas, que de economía saben más bien poco, que el mayor peligro es que caigamos en deflación. Es decir, que los precios caigan de manera continuada por seis meses consecutivos. En ese momento, y según ellos, será la de Dios es Cristo. Porque ello supondría que la sociedad en su conjunto se habría instalado en un pesimismo total respecto al futuro. Y así, de esta manera pretenden amargarnos la fiesta.
Toda la vida soñando con que bajaran los precios para compensar lo poco que subían los salarios y cuando eso ocurre, van y nos dicen que no; que es mejor que suban. ¿En qué quedamos?.

Yo creo que las cuentas no terminan de cuadrar del todo, porque si los precios bajan, por qué nos cuesta tanto llegar a fin de mes?.Y sobre todo, ¿qué es lo que baja?¿Lo hace realmente la cesta de la compra?¿Y el gas, la electricidad, el recibo de la comunidad, el colegio de los niños, las tasas municipales…? No estoy nada convencido de lo que dicen los expertos en economía, Y es que como expertos de verdad, nadie como las amas de casa. Y esas, creo que no están por la labor de tragarse esa rueda de molino.
Lo que sí tengo claro que al final de la fiesta terminaremos pagando la vajilla los que ni siquiera fuimos invitados al convite.
Y si no, al tiempo.